En el año 1998 y por decreto 982/98, Argentina dedicía tener su Día Nacional de la Solidaridad, eligiendo esta fecha en conmemoración del nacimiento de Agnes Gonxha Bojaxhiu, más conocida como la Madre Teresa de Calcuta.
Es un día que nos invita a conmemorar y también a promover y visibilizar la solidaridad, la responsabilidad social y la participación ciudadana.
Este año cobra especial importancia. Sin dudas, nadie esperaba el impacto de una pandemia global y lo inédito de esta situación que nos toca transitar.
Sin embargo, una vez más, la solidaridad se volvió manos y abrazos. Hechos, voluntades y acciones.
Preocupados por el impacto de la pandemia en los ámbitos sociales, sanitarios, económicos y comunitarios, desde abril nos encontramos activando un plan de fortalecimiento social en contexto covid-19, con el objetivo de estar cerca de las comunidades que más lo necesitan.
La situación actual del sistema de salud, comedores, merenderos, organizaciones sociales y barriales que están en la primera línea de acción social, se vuelve cada día más compleja y urgente.
Por eso, queríamos estar junto a ellos y diseñamos un plan que contempló varias dimensiones, tanto externas como internas, procurando acercar el aporte del Banco y la Fundación a nuestra sociedad y de esta manera alcanzar a quienes se encuentran en situaciones de riesgo social y vulnerabilidad.
En estos meses recorrimos muchos territorios, historias, abrazos virtuales y nos hicimos compañía, porque nuestro propósito era llegar al corazón de las comunidades y los barrios más afectados.
- Participamos en 4 campañas nacionales que benefician a 570.500 personas
- Contribuimos en 4 hospitales con elementos esenciales
- Apoyamos a más de 170 ONGs que prestan asistencia a 150.000 personas. 40 de esas organizaciones fueron referenciadas por colaboradores Itaú mediante la campaña interna “Cerca de las comunidades”.
- Auspiciamos 5 eventos solidarios de recaudación
- Se donaron más de 42 millones de pesos, destinados a cubrir las necesidades urgentes de la pandemia como alimentos, artículos de higiene, protección y abrigo.
Para nosotros, la solidaridad no es una entelequia, es una manera de hacer, de estar cerca de quienes más los necesitan y de seguir impulsando el poder transformador de las comunidades y las personas.
¡Seguimos! Porque aún nos queda mucho por hacer en este año, que más que nunca, nos invita a fortalecer los lazos de la solidaridad.