Hasta el 14 de marzo, se podrá visitar en Cerrito 748 la obra EPPUR SI MUOVE del joven artista Hernán Salvo. Proyecto curatorial de Gabriel Bitterman, seleccionado de la convocatoria abierta para jóvenes curadores realizada por Itaú cultural.
Todo está en movimiento. Y todo puede representarse de manera estática, hasta el movimiento mismo. Desde la antigüedad clásica, el hombre buscó captar una esencia invariable, tanto para sí mismo como para las cosas que lo rodean. Para lograr ese objetivo tuvo que nombrar, categorizar, adjetivar. Herederos como somos de esa tradición, solemos presentarnos y representarnos de una forma estática, como si tuviésemos una coraza invariable que nos define eternamente. La instalación de Hernán Salvo pretende desenmascarar este mito, mostrarnos que detrás de todo siempre hay movimiento y cambio. Sólo es necesario remover esa cáscara que cubre las cosas para encontrar una profundidad infinita (…) De esta forma, la obra de Salvo nos muestra que, por más que suene contradictorio, hasta las esencias cambian, ya que la esencia de nuestro universo es el cambio mismo. Aunque a primera vista pueda parecer estático debemos recordar, como afirmó Galileo Galilei, que “sin embargo se mueve”.
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